lunes, 22 de octubre de 2012

El silencio creador



 El silencio creador
Hasta hace bien poco, el Zen ha sido para Occidente como una semilla extraña, como una especie de planta exótica que a lo largo de los últimos decenios ha enraizado en nuestro suelo y hallado en él  un espacio reconocido y respetado por las restantes clases de plantas.
En este cambio de escenario, es inevitable que el Zen se vaya adaptando y ampliando a nuestras formas occidentales. El hecho es que el Zen ha marcado su impronta en Occidente, pero también Occidente ha marcado su impronta en el Zen.
Se trata de una interrelación recíproca, aunque todavía en marcha, en movimiento. Sin embargo, lo esencial del Zen es “el despertar de la estrechez de los límites de la personalidad” que permanece inalterado, aunque hoy se halla en condiciones de abandonar sus ropajes asiáticos para acercarse a nuestro modo de pensar.
El Zen es un camino apto para las gentes de todas las clases y culturas. Es cierto que nos ha llegado desde un entorno budista oriental, pero ya se está revelando en Occidente. Y aquí no tendrá más remedio que desprenderse de sus iniciales épocas monacales, para adaptarse mejor a la antropología como a los nuevos paradigmas de nuestro siglo XXI.
 El hecho es que los occidentales que transitan en el camino del Zen ya no viven bajo la protección de un monasterio, sino insertos en su muy concreta vida cotidiana con su familia, con sus hijos, con sus problemas laborales, de pareja y financieros. Problemas de los cuales los monjes siempre estuvieron exentos bajo la protección de sus monasterios.
La transformación del mundo, comienza en la transformación de cada individuo y el Zen nos ayuda a dejar atrás lo que ya no nos va y nos molesta como una vieja prenda que se nos ha quedado demasiado estrecha. Pero de lo que aquí se trata no es tanto de una simple reforma en nuestra manera de ver la vida y el mundo, sino de una real transformación, si es que de verdad queremos dar nueva forma a la nueva realidad.
            Es nuestro deber entrar en otras dimensiones de la experiencia que nos permitan conocernos mejor.
Intenta introducir el Zen en la vida y los paradigmas del siglo XXI. Podrá servir de ayuda a muchas  personas tanto a la hora de transformar su vida como a la hora de contemplarla de otra nueva forma. 
                                                                     Hna. Remedios.

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