Querida Remedios:
Estamos haciendo el Retiro Mensual que, durante muchos años, nos preparaste y organizaste con amor incondicional, invitándonos a compartir la quietud y el silencio en una atmósfera acogedora, confortable, cálida, al ofrecernos un espacio en el Sanatorio Covadonga y en Lastres, con ese gran sentido de pertenencia a la Orden de la Congregación de las Dominicas de la Anunciata y a su Fundador el P. Coll que impregnaba tu actuar.
Supiste ver que hay buscadores/as de un camino espiritual, desde tu visión de la Contemplación, abierta a nuevos horizontes.
A ese espacio hemos ido llegando nosotros/as moribundos del alma, quebrantados, maltrechos, impulsados en nuestra búsqueda y atraídos/as por la confianza que irradiaba tu presencia.
Nos iniciaste en la práctica de la Quietud y el Silencio con todo lo que emana de tu persona: delicadeza, respeto, generosidad, silencios y palabras, siempre oportunas, consoladoras, estimulantes, sabias.
Seguimos haciendo lo que nos enseñas desde 1996; un Retiro un sábado entero una vez al mes, todas las semanas los días viernes y sábados durante una hora y media
En el silencio nos encontramos y permaneces con nosotras/os a través del tiempo.
Gracias